Cada vida es única e irrepetible. Una serie de fragmentos, ideas y experiencias que se unen para formar una unión única el cual nunca sabremos si ha logrado ser lo que originalmente fue diseñada a ser. En esta lectura, esta es precisamente una de las premisas presentadas. No tan solo aplica a nuestras vidas si no a nuestro entorno, la arquitectura siendo una de las principales. Como arquitectos somos inclinados a buscar nuestros propios estilos y como cualquier artista utilizamos nuestras experiencias y sentimientos de una forma u otra para expresarlo. La arquitectura puede ser percibida como fragmentos los cuales documentan ciertos momentos en la historia. Desde el neoclasicismo al modernismo, movimientos que marcaron periodos importantes en la evolución de la sociedad y humanidad.
No obstante, cada obra es diferente y por ende debe ser analizada individualmente, por lo que nunca se verá como una obra completar. Utilizando las palabras culminantes del texto, “nunca se puede representar la totalidad de la realidad”, siento que es una manera de reflexionar en nuestras realidades y lo que conocemos a ser verdad. Todos tenemos diversas perspectivas y por ende todos vemos las cosas diferentes, creando así diversos fragmentos.
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